Santa Claus maldito “El terror viene de donde menos lo esperas” (esp-eng)

1000006824.jpg

Santa Claus maldito “El terror viene de donde menos esperas”

La Navidad siempre fue una instancia de todo mi gusto, pero, algo cambió aquella noche decembrina. Todo inició un miércoles diez, la primavera aún bailaba en el viento, el calor aún era suave, y los adornos dispuestos desde el día ocho, aquella era una tradición marcada en mi familia la cual se acabaría sin remedio.

Hacia una semana atrás, cuando regresaba de hacer unas compras me detuve ante una anciana que vendía adornos en la acera, la verdad la vi desvalida y quise ayudarla comprando algún objeto, aquella mujer de apariencia extraña, ojos algo hundidos, manos delgadas que dejaban ver su anciana piel abultada, como recordando al tiempo que una vez fue joven, su sonrisa era vacía, la falta de dientes la hacía ver aún más delgada de lo que ya era, su cabello largo, enmarañado, canoso, pero un canoso que parecía ser tierra, polvo o algo por el estilo, por otro lado el lazo rojo que ataba su cabellera era precioso, un muérdago colgaba del extremo final del adorno en su cabello sucio, al verla sentí entonces que era una anciana común, maltratada por la vida y que merecía ayuda.

1000006825.png

1000006826.png

Su voz se hizo sonora al verme delante de ella, su frase quizás aprendida resonó en el pavimento de la bullada calle, por un instante sentí que el tiempo se había detenido y quede obnubilada ante todos los objetos que allí habían: esferas brillantes, guirnaldas de colores, algunos maiz dorados qué según ella decía eran símbolo de la abundancia, pero, allá atrás, oculto tras una bolsa de plástico negro se veía una manito, como si esta me llamara.

Le dije –¿señora, qué hay detrás de la bolsa?-- a lo que ella sonriente me dijo que era un pequeño Santa Claus, lo saco para que lo viera y sentí una conexión extraña, como si aquel adorno me hubiese llamado y sin darme cuenta lo había comprado.

Cuando llegue a casa lo enseñé orgullosa, y es que la verdad era muy lindo, adorable en realidad, era como si aquel muñequito relleno de algodón estuviese vivo, sentía aquello cuando miraba sus ojos, dos puntos negros brillantes como la misma noche. Lo puse entonces en un lugar estratégico, sería parte de la corona de la puerta, allí en la entrada cuidando la casa donde todos pudieran verlo al llegar, algo así como el anfitrión navideño dispuesto por mi voluntad.

1000006827.png

1000006828.png

Era miércoles diez de diciembre y la casa estaba adornada, tanto fuera como dentro, mi alma navideña siempre fue el motor de esta familia que a ratos parecían grinch malhumorados. Mis cánticos de navidad y jolgorio resonaban en las paredes de la casa, estos fueron silenciados al salir al patio para ver a mi adorable Santa Claus cuidando la puerta, sin embargo, su expresión dulce había cambiado, sus ojos más grandes, de color negro con un punto rojo en el centro, sus manos empuñadas y sus pies alzados, pensé entonces que quizás había visto mal o que alguien lo había reacomodado.

1000006829.png

Tomé al muñeco buscando quizás algún alambre interno, pero nada había, solo un relleno blando y algo viscoso, una nueva duda nacía ya que antes no tenía esa textura, ni menos ese peso, estaba notoriamente más pesado que antes. Las dudas iban y venían, pensé que alguien estaba haciendo una broma, una bastante pesada. Acomode a Santa en su sitio y entre a la casa, pero esta vez me quedé despierta, en la oscuridad de la sala mirando por una abertura en la ventana.

Al dar las tres de la madrugada el sueño me invadida, sin embargo un sonido extraño me alertó, una especie de risita débil pero notoria, con espanto vi, Santa Claus saltaba de su sitio y se movía de manera grotesca y desvariante por el patio, sus patitas iban de un lado a otro. Froté mis ojos, me propicie un pellizco para ver si estaba despierta, el dolor se posó en mi pierna, lugar donde me había pellizcado, esto era real.

1000006830.png

No podía apartar la mirada de aquel mágico adorno, Santa corría por todo el patio mientras podía escuchar su murmullo extraño, parecía que buscaba algo y de pronto, allí en el costado de la enredadera estaba echado el gato gordo y blanco de la vecina. Santa saltó sobre el gato parecía un demonio atacando al felino, no podía creer lo que estaba presenciando, --¿acaso el adorno tenía vida?-- me preguntaba a cada segundo mientras ponía mis manos en mi boca para no gritar
, paralizada veía con horror veía aquel espectáculo donde el objeto que me pareció dulce tragaba cada parte del occiso felino.

1000006831.png

1000006832.png

Con las manos temblando tomé las llaves, puse el seguro tratando de no hacer ruido, mis propias manos hacían que la llave pareciera un sonoro cascabel en medio del nocturno silencio, de pronto tras la puerta, aquella cosa arañaba con fuerza, sus garras se hundían y despedazaban, podía escuchar como la madera se quebraba del otro lado, aquella puerta cada vez de hacía más débil, me separaba del terror pero ¿hasta cuando?

1000006833.png

De pronto una aguda y reseca voz extrañamente conocida, decía –¡abre la puerta niña, no dejes fuera a esta anciana!-- mientras los rasguños dejaban pasar el brillo de sus infernales ojos posados en mí.

1000006834.png

1000006835.png


English


1000006824.jpg

Damned Santa Claus "terror comes from where you least expect it"

Christmas had always been something I loved, but something changed that December night. It all started on Wednesday the 10th, spring was still dancing in the wind, the heat was still mild, and the decorations had been put up since the 8th. It was a tradition in my family that would inevitably come to an end.

About a week earlier, when I was returning from shopping, I stopped in front of an elderly woman who was selling decorations on the pavement. I saw that she was helpless and wanted to help her by buying something. She was a strange-looking woman with somewhat sunken eyes and thin hands that revealed her bulging old skin, as if remembering the time when she was once young. Her smile was empty, and her lack of teeth made her look even thinner than she already was. Her hair was long, tangled, and grey, but a grey that looked like dirt, dust or something similar. On the other hand, the red ribbon that tied her hair was beautiful, with mistletoe hanging from the end of the ornament in her dirty hair. When I saw her, I felt that she was an ordinary old woman, mistreated by life and deserving of help.

1000006825.png

1000006826.png

Her voice became loud when she saw me in front of her, her perhaps rehearsed phrase echoed on the pavement of the busy street. For a moment, I felt that time had stopped and I was mesmerised by all the objects there: shiny spheres, colourful garlands, some golden corn which, according to her, were a symbol of abundance. But back there, hidden behind a black plastic bag, I could see a little hand, as if it were calling me.

I asked her, "Ma'am, what's behind the bag?" She smiled and told me it was a little Santa Claus. She took it out so I could see it, and I felt a strange connection, as if that ornament had called out to me and I had bought it without realising.

When I got home, I proudly showed it off. The truth is, it was very cute, adorable really. It was as if that little cotton-stuffed doll were alive. I felt that when I looked into its eyes, two shiny black dots like the night itself. I then placed it in a strategic spot, it would be part of the door wreath, there at the entrance guarding the house where everyone could see it when they arrived, something like a Christmas host arranged by my will.

1000006827.png

1000006828.png

It was Wednesday, 10 December, and the house was decorated, both outside and inside. My Christmas spirit was always the driving force behind this family, who at times seemed like grumpy Grinches. My Christmas carols and revelry echoed off the walls of the house, but they were silenced when I went out to the patio to see my adorable Santa Claus guarding the door. However, his sweet expression had changed, his eyes were bigger, black with a red dot in the centre, his hands were clenched and his feet were raised. I thought then that perhaps I had seen wrong or that someone had rearranged him.

1000006829.png

I picked up the doll, looking for some internal wiring, but there was nothing, only a soft and somewhat viscous filling. A new doubt arose, as it did not have that texture before, nor that weight. It was noticeably heavier than before. The doubts came and went. I thought someone was playing a joke on me, a rather cruel one. I put Santa back in his place and went into the house, but this time I stayed awake, in the darkness of the living room, looking through an opening in the window.

At three in the morning, sleep overtook me, but a strange sound alerted me. It was a kind of faint but noticeable giggle. To my horror, I saw Santa Claus jumping out of his seat and moving grotesquely and erratically around the yard, his little legs going from one side to the other. I rubbed my eyes and pinched myself to see if I was awake. The pain settled in my leg, where I had pinched myself. This was real.

1000006830.png

I couldn't take my eyes off that magical ornament. Santa was running around the yard while I could hear his strange murmur. It seemed like he was looking for something, and suddenly, there on the side of the vine, lay the neighbour's fat white cat. Santa jumped on the cat like a demon attacking the feline. I couldn't believe what I was witnessing. "Did the ornament have a life of its own?" I wondered every second as I put my hands over my mouth to keep from screaming.
Paralysed, I watched in horror as the object that had seemed so sweet to me swallowed every part of the dead feline.

1000006831.png

1000006832.png

With trembling hands, I took the keys and locked the door, trying not to make any noise. My own hands made the key sound like a loud bell in the middle of the night's silence. Suddenly, behind the door, that thing was scratching hard, its claws sinking in and tearing apart. I could hear the wood breaking on the other side. That door was getting weaker and weaker, separating me from the terror, but for how long?

1000006833.png

Suddenly, a sharp, dry voice, strangely familiar, said, "Open the door, girl, don't leave this old woman outside!" while the scratches let in the glint of its hellish eyes fixed on me.

1000006834.png

1000006835.png


1000006678.jpg

Adorno de mi inspiración (no visto ahora con los mismos ojos)

@zonadeescalofrio junto a su anfitrión, KrampOwl, nuestro plumífero endemoniado favorito, nos sumerge a su nuevo juego, nos invita a crear un relato de terror usando un adorno navideño de nuestra propiedad y me pregunto ¿estarás dispuesto a correr el riesgo?

Evento de la mansión del terror de KrampOwl, apto solo para valientes o desquiciados…..

@zonadeescalofrio, together with its host, KrampOwl, our favourite demonic feathered friend, immerses us in its new game, inviting us to create a horror story using a Christmas decoration of our own. I wonder, are you willing to take the risk?
KrampOwl's mansion of terror event, only suitable for the brave or deranged...

Invito a los amigos @amigoponc y @brujita18 a inspirarse y participar de este evento del terror.

I invite my friends @amigoponc and @brujita18 to get inspired and participate in this horror event.


Las imágenes usadas fueron creadas en Gemini AI.
El texto fue traducido en deepl versión free.

1000004947.png



0
0
0.000
13 comments
avatar

Por las dudas compraré angelitos, nada de Santas en casa... ni tampoco hablaré con ancianas parecidas a esa, por las dudas... no vaya a ser cosa que sufran mis gatos!!! Que excelente historia hecha comic, muy buena idea!!!🤗

0
0
0.000
avatar

Abrasoles 👋
Me inspire en mi muñeco de Santa Claus, pero ahora lo veo en la puerta y me da miedito 😂
Muchas gracias por tu apoyo ☺️

0
0
0.000
avatar

Bueno... ya estoy mirando mal a mis adornos....gracias a vos!

0
0
0.000
avatar

😂 Perdón 🙏 por eso.

0
0
0.000
avatar

🤣 ahora me inspirarán una historia muajajaja

0
0
0.000
avatar

Jajaja espero leerla y seguirme asustando.

0
0
0.000
avatar

🤣 te dijo jamás pensé en mi vida que haría cosas de terror y aquí estoy🤣

0
0
0.000
avatar

JoJoJo, Infeliz Navidad... ah no, asi no era jajaja tan lindo que es ese Santa, quien diria que esta mas endemoniado que el KrampOwl y creo que este lo quiere en su mansión, ambos estan desquiciados 😲 jajaja

Excelente relato, me encanto el acompañamiento con la historieta que hiciste, me recordo a esas historietas que solia leer de pequeña con imagenes y la historia en un texto aparte, que lindo ❤️ de todas formas, ahora estoy sospechando de los Santas que compre este año, tengo miedo de que me miren y se transformen en algo maligno como este jajaja

Muchas gracias por estar nuevamente presente, un placer tenerte como invitada en mi mansion con tus creativas historias 🦉 vigila a tu Santa jajajaja

0
0
0.000
avatar

Un placer ser tu invitada mi endemoniada KrampOwl 😂
Tus juegos están sacando una parte aun más siniestra en mi y eso me gusta 🤭

0
0
0.000
avatar

zona de escalofrios (2).jpg



Esta publicación ha sido votada por la comunidad @zonadeescalofrio , donde tu alma nos importa y mucho.
Puedes apoyar a la comunidad delegando HP en esta cuenta para poder crecer y mejorar, todo suma.
También puedes unirte a nuestro trail, para que juntos apoyemos, las publicaciones que se realizan en esta comunidad.
Muchas gracias por ser parte del averno de #Hive.


0
0
0.000
avatar

Muchísimas gracias por su apoyo dulzuras espectrales 👻

0
0
0.000
avatar

Espeluznante historia amiga! como siempre me imagine todo el contexto de la historia al ir leyendo tu historia, aparte tus imágenes me colaboraron bastante, para darle mas visibilidad a tu relato.
Me encanto leerte, muy a tu estilo, sin desperdicios, gracias por la invitación linda, ¡bendiciones, saludos!

0
0
0.000
avatar

Muchas gracias amiga bella, un Santa Claus algo desquiciado y poseído, quien sabe por que o quien 😂

0
0
0.000