La maldición de mamá. Relato de terror (esp-eng)

avatar

Screenshot_20250929-223104-1-1-1.jpg

La maldición de mamá

Marta y su hijo Lucas, eran una típica familia de dos. En esta casa no había un padre presente, es más, jamás lo había estado ya que en pleno embarazo, aquel hombre escapó con una mujer que conoció en una noche de copas.

Marta a sus treinta años se convertía en madre por primera vez y tan solo eso le bastaba para ser feliz, para sentirse completa y plena. La vida transcurrió algo dura, con esfuerzos, cansancio, pero su hijo era su motor, por más trillado que eso suene así era..
Trabajo de sol a sol para darle un buen futuro, aquel niño de cabellos rubios le recordaba al truhán de su padre, sin embargo sus ojos marrones eran distintos, eran como los espejos de una vida próspera, pero los espejos a veces engañan.

Pasaron los años en un abrir y cerrar de ojos, Lucas creció, Marta se hizo más vieja, la inclemencia de la vida le había dado con fuerza y su rostro a pesar de tener cuarenta y cinco años, se veía casi se senseta. Lucas, su hijo, la alegría de su vida hoy era un joven altanero, un bueno para nada que vivía de la parranda, de llamados de atención escolar y saltando de novia en novia sin tener cuidados.

La sangre al parecer guarda la peor información genética y Lucas, era el reflejo de su padre, un vividor qué explotaba a su madre y a base de manipulaciones lograba qué su buena madre hiciera todo cuanto él quisiera.
Sin embargo todo acaba, como acaban los cuentos, el día y la noche, así también acabaría esta vida infame a la que la misma Marta había entrado sin que nadie la invitara.

En una noche, Lucas, el hijo que siendo niño juró cuidarla, desde sus aposentos de falso rey gritaba a su madre, más bien su sirvienta sin salario ni menos respeto.

-¡Mamá, mamá! Ven acá mujer,¿qué no escuchas qué te llamó?- gritaba Lucas si levantarse de su cama, aquella habitación parecía un cuchitril de mala muerte, ropa sucia tirada en un rincón, platos amontonados, junto a ellos varias tazas y vasos con restos de líquidos que ya ni se sabían que lo eran.

De repente se escuchó un paso, lento, cansado, casi arrastrado en el piso de tablas, algunas medio levantadas, y es que había casi medio año venía Marta pidiendo a Lucas qué arreglara ese piso.

-¿Qué pasa hijo?- musito Marta, casi inaudible ante la euforia de su hijo sobre la cama, su sonrisa de oreja a oreja con el joystick en sus manos aniquilando a su enemigo tras la pantalla.

-Tráeme una cerveza– le dijo su hijo sin quitar la mirada de la pantalla.

Aquel jovenzuelo de quince años había perdido todo rastro de respeto hacia su madre y hacia el mismo vivía de excesos, claro, Marta jamás se los había puesto pero al parecer el vaso de su paciencia estaba llegando a su límite. En un arranque de valor y con la voz más firme que jamás había tenido exclamó un fuerte -NO- detonado el asombro e ira en su hijo.

Saltó enajenado de su cama tomando a su madre por el cuello, presionando cada vez más fuerte, sintiendo que el pulso se escapaba por entre sus dedos. Al parecer un dejo de temor apareció y la soltó, Marta cayendo al piso con la voz ronca, casi extinta le dijo casi susurrando pero alcanzando a ser escuchado.

-Ojalá que el demonio de tu propia alma te lleve de este mundo y me libre de tu insana compañía- mientras tanto una lagrima deslizaba de sus ojos cayendo sobre las tablas levantadas del piso.

Se levantó débil, tambaleante, apoyada de la paredes del pasillo y se resguardo en su habitación, tras de ella Lucas, su hijo, observaba la espalda de su madre, recordó entonces las veces que siendo pequeño ella lo llevaba por horas a caballo para que no llorara por su padre.
Un arrepentimiento qué duró un segundo, regresó a su habitación a continuar con su rutina y posterior a dar un portazo nada más se escuchó.

Screenshot_20250929-223104.jpg

Al llegar las tres con tres minutos de la madrugada, Lucas despertó exaltado, el dolor en su vientre parecía quemarlo desde el interior al exterior, se retorcía y su voz apagada impedía llamar a su madre y pedir auxilio. En medio de aquel escosor para terror de Lucas, su vientre se abría, desde dentro una garras negras salían sin poder frenarlas.

Se lanzó entonces de la cama y arrastrándose llegó al pasillo, al lugar donde su madre había caído hace unas cuantas horas atrás, aquellas garras ahora eran dos manos completas qué jalaban la piel de Lucas, en un abrir y cerrar de ojos cada parte de Lucas se introducida por las hendiduras de piso y las tablas levantadas al tragar al jovenzuelo fueron reparadas quizás a modo de pago.

A la mañana siguiente, Marta buscó a Lucas, más este no apareció, atribuyó entonces que al igual que el padre, el hijo también había huido, ¿lloró? Claro que sí, pero al final la resignación llegó y lo que Marta jamás supo fue que sus palabras en medio del dolor, se transformaron en una maldición, una maldición de madre que sufre y que en medio de aquel profundo dolor maldice sin querer hacerlo realmente.


English


Screenshot_20250929-223104-1-1-1-1.jpg

Mom's curse

Marta and her son Lucas were a typical family of two. There was no father in this house; in fact, there never had been, because when Marta was pregnant, the man she was with ran off with a woman he met one night out drinking.

Marta, at thirty years old, was becoming a mother for the first time, and that alone was enough to make her happy, to make her feel complete and fulfilled. Life was somewhat difficult, with struggles and exhaustion, but her son was her driving force, as cliché as that may sound.
She worked from dawn to dusk to give him a good future. That blond-haired boy reminded her of his rogue of a father, but his brown eyes were different, like mirrors of a prosperous life, but mirrors can sometimes be deceiving.

The years passed in the blink of an eye. Lucas grew up, Marta grew older, the harshness of life had hit her hard, and despite being only forty-five, her face looked almost senile. Lucas, her son, the joy of her life, was now a cocky young man, a good-for-nothing who lived for partying, getting in trouble at school, and carelessly jumping from girlfriend to girlfriend.

Blood apparently carries the worst genetic information, and Lucas was a reflection of his father, a bon vivant who exploited his mother and, through manipulation, got his good mother to do everything he wanted.
However, everything comes to an end, just as stories, days, and nights come to an end, so too would this infamous life that Marta herself had entered without anyone inviting her.

One night, Lucas, the son who as a child had sworn to take care of her, shouted at his mother, or rather his servant without pay or respect, from his chambers as a false king.

"Mom, Mom! Come here, woman, can't you hear me calling you?" Lucas shouted without getting out of bed. That room looked like a sleazy hovel, with dirty clothes thrown in a corner, piles of dishes, and next to them several cups and glasses with traces of liquids that were no longer recognizable.

Suddenly, there was a slow, tired, almost shuffling sound on the wooden floor, some of the boards half raised. Marta had been asking Lucas to fix that floor for almost six months.

"What's up, son?" Marta whispered, almost inaudible amid her son's euphoria on the bed, his ear-to-ear smile with the joystick in his hands, annihilating his enemy behind the screen.

"Bring me a beer," her son said without taking his eyes off the screen.

That fifteen-year-old boy had lost all respect for his mother and lived a life of excess. Of course, Marta had never imposed restrictions on him, but it seemed that her patience was reaching its limit. In a burst of courage and with the firmest voice she had ever had, she exclaimed a loud "NO," triggering astonishment and anger in her son.

He jumped out of bed like a madman, grabbing his mother by the neck and squeezing harder and harder, feeling her pulse slipping through his fingers. Apparently, a hint of fear appeared and he let her go. Marta fell to the floor, her voice hoarse, almost extinct, and she said, almost whispering but managing to be heard,

"May the demon of your own soul take you from this world and free me from your insane company," she said, a tear sliding from her eyes and falling onto the raised floorboards.

She got up weakly, staggering, leaning on the walls of the hallway, and took refuge in her room. Behind her, Lucas, her son, watched his mother's back and remembered the times when he was little and she would take him horseback riding for hours so he wouldn't cry for his father.
A moment of regret lasted only a second, and he returned to his room to continue with his routine. After slamming the door, nothing else could be heard.

Screenshot_20250929-223104.jpg

At three minutes to three in the morning, Lucas woke up in a panic. The pain in his stomach seemed to burn him from the inside out. He writhed in agony, his muffled voice preventing him from calling his mother for help. In the midst of Lucas's terror, his stomach opened up, and black claws emerged from within, unable to be stopped.

He threw himself out of bed and crawled into the hallway, to the place where his mother had fallen a few hours earlier. Those claws were now two complete hands pulling at Lucas's skin. In the blink of an eye, every part of Lucas was pulled into the cracks in the floor and the raised boards that had been repaired after swallowing the young boy, perhaps as payment.

The next morning, Marta looked for Lucas, but he did not appear. She then assumed that, like his father, her son had also fled. Did she cry? Of course she did, but in the end, resignation set in, and what Marta never knew was that her words in the midst of her pain had turned into a curse, a curse from a mother who suffers and who, in the midst of that deep pain, curses without really meaning to.


La portada fue creada en Ideograma AI.
El texto fue traducido en deepl versión free.

Screenshot_20250921-215113.jpg

Gracias por tu visita y apoyo 💕



0
0
0.000
12 comments
avatar

An excellent horror story, but a horror that life circumstances have often made real to a certain extent. Many mothers suffer because of this; I have seen them. They give everything to their children, and some of them are very similar to Lucas, the protagonist of your story, treating their mother like a servant, with no respect for her or for everything she has been through.

They say that what is asked for with emotion, with feeling, from the depths of one's being, comes true, and despite the differences in the horror or the way it happened, your story reflects the decisions that people make in their daily lives and that, for better or worse, come true. Words and desires have a lot of power when they come from those feelings, when they are said sincerely.

Thank you for this story and the quality of your writing, as well as your great imagination. A big hug!

Una excelente historia de horror, pero un horror que muchas veces las circunstancias de la vida han real hasta cierto punto. Muchas madres sufren por eso, las he visto, dan todo a sus hijos y alguno de ellos se parece mucho a Lucas, el protagonista de tu historia, tratando a su madre como a una sirvienta, sin respeto alguno por ella y por todo lo vivido.

Dicen que lo que se pide con emoción, con sentimiento, desde lo profundo del ser se cumple y salvando las distancias del terror o la forma en que ocurrió, tu historia refleja decretos que la gente hace en el día a día y que para bien o mal se cumplen. Las palabras y deseos tienen mucho poder cuando nacen de esos sentimientos, cuando se dicen de verdad.

Gracias por este relato y la calidad de escritura, además de tu grandiosa imaginación. Un gran abrazo!


I have picked this post on behalf of the @OurPick project! Check out our Reading Suggestions posts!

Comment Footer.jpg
Please consider voting for our Liotes HIVE Witness. Thank you!

0
0
0.000
avatar

Siempre he pensado que las palabras tienen peso y hablar con resentimiento y dolor tienen una carga mayor, aun más las palabras de una madre ya que siempre son de amor y cariño, sin darse cuenta lanzó una maldición a su hijo y una salvación así misma y solo Lucas supo cuanto poder habían en las palabras de la mujer a la que tanto hirió.
Muchas gracias por tu apoyo querida @advesing tus palabras impulsan mis ánimos a seguir creando relatos.

0
0
0.000
avatar

Te cuento algo que he relatado en mis historias y es real. Mi madrina dijo respecto de su hija: La prefiero muerta a que ande con ese hombre. Poco tiempo después la hija muere en un accidente. las palabras tienen poder y mucho, tanto para bien como para mal. Sigue adelante!

0
0
0.000
avatar

Vaya, pobre de tu madrina al hacerse realidad sus palabras, una carga que llevará hasta el último día de su vida.

0
0
0.000
avatar

Mi madrina era un alma negra, muy oscura, de esas que hacen o buscan quien haga magia negra. Era muy mala y tenía a su hija sometida. Y sabes que es lo peor? El alma de su hija estuvo amarrada en este plano 40 años hasta que mi madrina murió. Vi su espíritu. Por eso te digo, las palabras de aliento ayudan a las personas pero las malas... las condenan.

0
0
0.000
avatar

zona de escalofrios (2).jpg



Esta publicación ha sido votada por la comunidad @zonadeescalofrio , donde tu alma nos importa y mucho.
Puedes apoyar a la comunidad delegando HP en esta cuenta para poder crecer y mejorar, todo suma.
También puedes unirte a nuestro trail, para que juntos apoyemos, las publicaciones que se realizan en esta comunidad.
Muchas gracias por ser parte del averno de #Hive.


0
0
0.000
avatar

Al final, el hijo malvado recibió su merecido de forma siniestra. Una historia de realidad pura que viven muchas madre. Muy interesante y escalofríante historia.

Gracias por compartir tu historia de escalofríos con nosotros.👻

Excelente día con muchos espantos.

0
0
0.000
avatar

Si se relata en muchos lugares y se corre la voz esta historia podría volverse una leyenda urbana y así asustar a los hijos e hijas insolentes.

0
0
0.000
avatar

Para tener una familia asi mejor no tener nada jaja bueno, su hijo aprendera por las malas a ser mas respetuoso y la madre wow sus palabras sí que tienen poder 👀 por eso dicen que hay que tener cuidado con lo que uno desea y murmura, se puede hacer realidad, ¿final feliz? Ya veremos 😂

0
0
0.000
avatar

Así es, quizás un final con calma para la vida de Marta, será solitaria pero sin gritos y golpes qué la sigan amargando.

0
0
0.000